El vértigo del ir hasta el final, sin freno con la muerte en la mochila. En la belleza no hay especulación posible. No hay otro camino. Aceleremos si la recta es aburrida. Tiremos curvas en este mundo de cagones.
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4 comentarios:
Veo que estas un poco agresivo. no caigamos en calificaciones. me gustaria saber si estas vivo.
m
yo iba por Prost, de pibe... Pero Senna era mejor.
Alguien me dijo que Hemingway escribia de valientes, de bravos toreros, de soldados y cazadores, solo para sublimar una verdad: que el era un cobarde.
quique
y yo lo soy... ese es justamente el rincón al que quiero hacer zoom...
Sir ernest no era torero, no fue soldado pero estuvo al frente y declaró haber matado unos tantos. Igual, habría que ver a qué no se atreve el torero; o eso que hace mearse encima al "valiente soldado". El ratoncito asusta al elefante.
Aunque no me disponia a hablar sobre El Miedo, esta fuerza de la naturaleza humana se impone. Casi que me da miedo admitirlo.
Yo también iba por Prost, de chico, quizás comprando eso de que el "sucio" era Ayrton. Algo asi como vida sana versus lo sucio. El talento es desequilibrio, desequilibrio de la norma. En la norma ponemos piloto automático y el miedo parece rodar abajo nuestro apesar de tanta estática. Creo al final, que el miedo si no se rompe se puede transformar. Para Senna no fue angustia, el miedo fue velocidad y la velocidad fue vértigo y el vértigo un tester de lo vital.
El tester mio, el escribir, el arremeter de frases una habitación sin muebles, no tiene mas fin que el de encontrar un espcio vacío que se vuelva 'habitable'...
Dejan valijas, se encuentran las miradas: una suerte de satisfacción: mis miedos se instalan.
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